miércoles

SEMIOSIS DE LOS MUNDOS DEL AGUA DE CRUZ MARÍA DOTEL

Por Gilda Matos

La artista nos presenta una visión cosmogónica que centra al agua como el elemento viviente, generativo de los mundos imaginados en sus sentidos. Su mirada toma como referente a la realidad terráquea en una lectura crítica y poética a la vez de la vida del planeta a través de texturas, formas, y colores, relaciona este elemento vital en su iconicidad y simbolismo, atribuyéndole múltiples significados en el contexto de nuestra isla donde el imaginario colectivo, el sufrimiento, las angustias y las esperanzas se vinculan a algún torrente de agua, ya proceda de lágrimas de sus habitantes, del cielo o del mar.

La imagen visual de Cruz María se expresa en su forma o significante de manera distinta según las proximidades de su percepción, en la lejanía, al aguzar los sentidos por la inferencia al Planeta Azul, prestando atención a la presencia del agua en la forma del mundo natural En la cercanía, representación del ojo observador con la ambigüedad al mismo tiempo, de la sensualidad y redondez del seno materno, ambos comportamientos humano en analogía en el medio ambiente.


Cruz comunica su universo textual a través de los siguientes signos e imágenes simbólicas:

El Color: Utiliza de manera preponderante el color primario azul en su gama tonal fría con valores altos, en sentido denotativo expresa tranquilidad; pero en lo connotativo convulsión, movimiento, pensamiento fantástico y palpitante, gesto inquisidor sobre la interacción del hombre y la naturaleza.

La Forma: Recurre principalmente a la redondez como similitud al sistema circular del mundo, el universo y la feminidad.

El Elemento Agua: Se constituye en expresión simbólica de la naturaleza y del ser humano: gota suspendida, aire, mar, río, agua mansa, agua brava, agua en balsa enunciado de viaje truncado y muerta la esperanza.

Textura: Crea superficies con tela, madera, vidrio y arena busca comunicar sensación orgánica, que en el caso de la soga se convierte en símbolo de salida al caos del ser humano en detrimento de la naturaleza. La cerámicas sobre madera connota la fosilización del elemento agua y con ello, la vida.

Cruz María Dotel crea una imagen pictórica que nos revela los mundos del agua produciendo semiosis sobre su visión estética de este elemento tan importante para supervivencia del género humano.

TODO FLUYE


por Dr. Laura Gil Fiallo


Un universo acuático, en el que las formas parecen brotar solo que para ser reabsorbidas, el absoluto dominio de las virtualidades, de las posibilidades y latencias, es lo que se muestra ante nuestra visión en esta exposición de Cruz Maria Dotel, una muestra donde se fusionan recursos visuales que proceden del impresionismo, el simbolismo y la abstracción informalista con la escultopintura, y también con land art y el arte ecológico de fin de siglo, en un conjunto donde las formas fluctuantes, los colores, las texturas , los efectos de luz y el espacio, además de la propia naturaleza , los sonidos y ritmos del agua y la interacción entre todos estos elementos, se combinan en una especie de arte ambiental , que no solo impresiona simultáneamente casi todos nuestros sentidos, sino que también integra lo natural y loartístico en un ámbito dialogal, en el cual naturaleza y cultura dejan de ser los extremos de una dicotomía, para revelarse como términos ínter actuantes, cada uno de los cuales es la referencia obligada del otro, su soporte, su razón De existir.El verde y el azul acuáticos, los tierras, los reflejos al que la ilusión óptica hace casi semovientes, con un lenguaje plástico muy diferente del hiperrealismo, concretizan en la pintura de Dotel una especie de realismo integrador, en tanto que convoca los poderes de la evocación sinestésica, incluso las sensaciones térmicas, la ingravidez del cuerpo que flota, los aromas y sonidos..... y todo el universo del símbolos que alude la poética bachelardiana de las aguas profundas, cristalinas o primaverales, y su identificación con los flujos del inconsciente , y con una ontología de las fuentes del Ser, con la sabiduría de los antiguos milesios y aquel " sentimiento oceánico", que el psicoanálisis vincula con la nostalgia del estado prenatal y con la fusión mística con el universo. Las alusiones al mundo vegetal y los reptiles son también parte de un ancestral complejo simbólico que los relaciona con la fertilidad de que es portadora el agua y con el movimiento ondulante de su superficie.El agua como origen, como dominio de los sentimientos, como recipiente de las latencias del ser, como fuente de la vida, reaparece y se recrea una y otra vez en esos tonos que resumen lo que Kandinsky llamaba la energía interna del circulo, y el sentido de la totalidad que informa los ritmos sagrados de la naturaleza y el Cosmos.

El trabajo de Cruz Maria Dotel , desde esta perspectiva, y desde la que le otorga un profundo trabajo de investigación, de varios meses de duración, sobre la poética del agua, tiene como valor fundamental el haber sabido integrar la visión científica con la artística y la mítica, y el pasar de la ecología al ecologismo, ejemplifica con propia creación plástica lo que son las tendencias neorrománticas del cambio de milenio, que haciendo coincidir de nuevo el ámbito de los hechos con el de los valores, en lo que toca a la percepción de los elementos de la Naturaleza y su integración en el mundo del hombre, supera a su manera el divorcio establecido por la ciencia moderna con el fin de hacer de la tierra , mas que una fuente impersonal de recursos aprovechables, el verdadero hogar del hombre y de todos los seres vivos.

Dra. Laura Gil Fiallo
Presidenta de la Asociación Dominicana de Críticos de ArteSubdirectora del Museo de Arte Moderno.